El nuevo RITE, normativa que rige entre otras la forma de realizar las instaciones de calefacción, obliga a instalar calderas que contaminen lo menos posible y sean respetuosas con el medio ambiente.
Un tipo de caldera aceptada como dentro de la norma, son las calderas de condensación.
Entre otras ventajas obtienen un mayor rendimiento calorífico por aprovechar, recirculando los gases quemados, la energía que se pierde en los gases emitidos al ambiente.
La desventaja para su instalación radica en que esos gases generan unos condensados que se deben conducir a un desague y no cualquier desague, ya que el líquido es corrosivo y ataca a los materiales metálicos como el plomo, hierro o no metálicos como la uralita.
Lo mejor es un desague de pvc ya que no sufre la corrosión del líquido.
Tampoco debemos olvidar que no siempre hay un desague cerca de donde instalamos la caldera con el consiguiente problema de encontrar un desague cercano.
Una solución provisional para salir del paso es la de colocar un bidón debajo de la caldera y conducir los condensados al mismo, teniendo que vaciarlo cada poco tiempo.
domingo, 10 de agosto de 2008
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